La afición del Cartagena está creciendo, no sólo en el aspecto numérico, que también, sino interiormente. Sin embargo aún nos falta para alcanzar a aficiones con mucho más abolengo, que llevan mucho más tiempo en el fútbol profesional que nosotros.
Digo esto porque a raiz de la visita al Martínez Valero de Elche y, sobre todo, a La Nueva Condomina, observo demasiados golpes de pecho y autocomplacencia. Qué guapos, qué altos y qué numerosos somos... La cosa no es así y la afición del Cartagena aún tiene que demostrar que su apoyo no es producto de una moda "ser del Efesé es guay" y que, realmente, detrás de todo esto hay un verdadero sentimiento de adhesión al club que ha venido para quedarse. A mí, al menos, me gustaría pensar que la mayoría de esos nuevos aficionados han descubierto ahora lo bonito que es ser del equipo de tu tierra y seguirán entre nosotros aún cuando las cosas se tuerzan. Pero hay que demostrarlo.
Por eso digo que aún falta. Los murcianos, los ilicitanos, los herculanos, los béticos, etc. tienen razón cuando nos miran de reojo como una afición recien llegada que, a pesar de apuntar buenas maneras, aún tiene mucho por aprender. Haremos bien en no enfadarnos cuando nos lo recuerdan y aceptar, aunque nuestro instinto sea el de revolvernos y marcar paquete, que tienen toda la razón. Sólo desde la humildad podremos alcanzarlos y, con el tiempo, superarlos.
Personalmente creo que estamos en el buen camino, apoyados en un equipo que lo está poniendo fácil. Falta saber cuál será la reacción ante la derrota y sobra, ahí va una pequeña crítica, tanto grito alusivo a la capital de la Región. Eso nos empequeñece y va justamente en la dirección opuesta.
Digo esto porque a raiz de la visita al Martínez Valero de Elche y, sobre todo, a La Nueva Condomina, observo demasiados golpes de pecho y autocomplacencia. Qué guapos, qué altos y qué numerosos somos... La cosa no es así y la afición del Cartagena aún tiene que demostrar que su apoyo no es producto de una moda "ser del Efesé es guay" y que, realmente, detrás de todo esto hay un verdadero sentimiento de adhesión al club que ha venido para quedarse. A mí, al menos, me gustaría pensar que la mayoría de esos nuevos aficionados han descubierto ahora lo bonito que es ser del equipo de tu tierra y seguirán entre nosotros aún cuando las cosas se tuerzan. Pero hay que demostrarlo.
Por eso digo que aún falta. Los murcianos, los ilicitanos, los herculanos, los béticos, etc. tienen razón cuando nos miran de reojo como una afición recien llegada que, a pesar de apuntar buenas maneras, aún tiene mucho por aprender. Haremos bien en no enfadarnos cuando nos lo recuerdan y aceptar, aunque nuestro instinto sea el de revolvernos y marcar paquete, que tienen toda la razón. Sólo desde la humildad podremos alcanzarlos y, con el tiempo, superarlos.
Personalmente creo que estamos en el buen camino, apoyados en un equipo que lo está poniendo fácil. Falta saber cuál será la reacción ante la derrota y sobra, ahí va una pequeña crítica, tanto grito alusivo a la capital de la Región. Eso nos empequeñece y va justamente en la dirección opuesta.