Puff, esta es, con diferencia, la derrota del Efesé que más me ha escocido en los últimos años. No sé explicar muy bien por qué pero, a pesar de la buena marcha del equipo, de todo lo que ha supuesto el ascenso, del buen ambiente futbolístico que, por primera vez en muchos años, se respira en la ciudad; a pesar de todo eso, hoy me he quedado con un cabreo más que considerable -impropio de alguien acostumbrado ya a verlas de todos los colores- tras apagar el televisor. Lo peor, sin duda, la lesión de Pascal Cygan.
El cabreo, por lo tanto, no es con el equipo, ni con el entrenador a los que hay que seguir agradeciéndoles ad infinitum, todo lo que están haciendo. Es, más bien, con las circunstancias que han envuelto esta maldita salida a Soria. Desde el jueves, con la baja de Rubén por gripe A, muchos empezamos a desconfiar de este partido, a pesar de tener a un porterazo como Castilla en la recámara. Con la caída de Lafuente, por idéntico motivo, la cosa ya empezó a oler demasiado mal. No en vano, bajo mi punto de vista, Ander estaba siendo el jugador más en forma, y más desequilibrante, en los últimos partidos, especialmente contra el Huesca.
Para colmo, hoy, cuando he enchufado la televisión (he llegado tarde) estaban justamente repitiendo la jugada de la lesión de Cygan. Un terrible presentimiento ha atravesado mi pecho en ese momento. No sabía si acababa de suceder, ni siquiera si Cygan seguía en el campo aún pero en seguida temí lo peor. Al ver a Chus Herrero en el campo se confirmaron mis peores sospechas y cuando el locutor aclaraba que Cygan podía tener rotura de ligamento casi me dieron ganas de llorar... Después ha llegado la desafortunada jugada del gol y las dudas en un equipo al que la suerte, tras muchos meses de cara, le ha vuelto a ser esquiva; lo que ha terminado por crearle unas terribles dudas que le han hecho jugar uno de los peores partidos de la temporada.
Hay que reconocerlo, en este equipo se notan demasiado las bajas. No digo que los suplentes sean malos o peores que los titulares. De hecho no creo que haya suplentes y titulares. Digo, simplemente, que cuando la gente que a JIM le gustaría que jugase ese día, independientemente de quien se trate, no puede hacerlo por mor de las circunstancias (sanciones, lesiones, gripe A, etc.), y se tiene que alinear a gente sustituta, el equipo lo acusa terriblemente. Bien mirado, esto vendría demostrar que las decisiones de JIM, que muchas veces extrañan al respetable, no son casualidad y están muy calculadas: él sabe perfectamente quien está para jugar y quién no independientemente de cómo se llame. La prueba está en que cuando se ve obligado a poner a otro jugador distinto al que él tenía pensado el rendimiento del equipo baja bastante.
La pregunta que todos nos hacemos ahora es ¿Puede el Cartagena aguantar arriba sin Cygan? Ojalá que sí. Ojalá que el frances se recupere cuanto antes. Y si no, pues a seguir disfrutando. Mi respaldo total y absoluto a JIM y los jugadores así como mi reconocimiento a los aficionados desplazados a Soria. Le hacen a uno sentirse orgulloso. La respuesta de la afición en estos dos partidos que restan antes del parón navideño debe seguir siendo ejemplar y acallar esos conatos de críticas desafortunadas. En casa frente al Salamanca y en el desplazamiento cercano a Valencia, frente al Levante, debemos arropar al equipo y ayudarle a conseguir los 6 puntos con los que Juan Ignacio (y yo) se conformaba (nos conformábamos) antes de irnos de vacaciones.
Creo que todos estamos deseando que llegue el domingo por la mañana y quitarnos el mal sabor de boca de este maldito partido. Aupa Efesé.
El cabreo, por lo tanto, no es con el equipo, ni con el entrenador a los que hay que seguir agradeciéndoles ad infinitum, todo lo que están haciendo. Es, más bien, con las circunstancias que han envuelto esta maldita salida a Soria. Desde el jueves, con la baja de Rubén por gripe A, muchos empezamos a desconfiar de este partido, a pesar de tener a un porterazo como Castilla en la recámara. Con la caída de Lafuente, por idéntico motivo, la cosa ya empezó a oler demasiado mal. No en vano, bajo mi punto de vista, Ander estaba siendo el jugador más en forma, y más desequilibrante, en los últimos partidos, especialmente contra el Huesca.
Para colmo, hoy, cuando he enchufado la televisión (he llegado tarde) estaban justamente repitiendo la jugada de la lesión de Cygan. Un terrible presentimiento ha atravesado mi pecho en ese momento. No sabía si acababa de suceder, ni siquiera si Cygan seguía en el campo aún pero en seguida temí lo peor. Al ver a Chus Herrero en el campo se confirmaron mis peores sospechas y cuando el locutor aclaraba que Cygan podía tener rotura de ligamento casi me dieron ganas de llorar... Después ha llegado la desafortunada jugada del gol y las dudas en un equipo al que la suerte, tras muchos meses de cara, le ha vuelto a ser esquiva; lo que ha terminado por crearle unas terribles dudas que le han hecho jugar uno de los peores partidos de la temporada.
Hay que reconocerlo, en este equipo se notan demasiado las bajas. No digo que los suplentes sean malos o peores que los titulares. De hecho no creo que haya suplentes y titulares. Digo, simplemente, que cuando la gente que a JIM le gustaría que jugase ese día, independientemente de quien se trate, no puede hacerlo por mor de las circunstancias (sanciones, lesiones, gripe A, etc.), y se tiene que alinear a gente sustituta, el equipo lo acusa terriblemente. Bien mirado, esto vendría demostrar que las decisiones de JIM, que muchas veces extrañan al respetable, no son casualidad y están muy calculadas: él sabe perfectamente quien está para jugar y quién no independientemente de cómo se llame. La prueba está en que cuando se ve obligado a poner a otro jugador distinto al que él tenía pensado el rendimiento del equipo baja bastante.
La pregunta que todos nos hacemos ahora es ¿Puede el Cartagena aguantar arriba sin Cygan? Ojalá que sí. Ojalá que el frances se recupere cuanto antes. Y si no, pues a seguir disfrutando. Mi respaldo total y absoluto a JIM y los jugadores así como mi reconocimiento a los aficionados desplazados a Soria. Le hacen a uno sentirse orgulloso. La respuesta de la afición en estos dos partidos que restan antes del parón navideño debe seguir siendo ejemplar y acallar esos conatos de críticas desafortunadas. En casa frente al Salamanca y en el desplazamiento cercano a Valencia, frente al Levante, debemos arropar al equipo y ayudarle a conseguir los 6 puntos con los que Juan Ignacio (y yo) se conformaba (nos conformábamos) antes de irnos de vacaciones.
Creo que todos estamos deseando que llegue el domingo por la mañana y quitarnos el mal sabor de boca de este maldito partido. Aupa Efesé.