Pongámonos en el peor de los casos. Levante, Betis y Hércules ganan sus partidos del próximo domingo.
Mientras el Efesé haga lo propio en Huelva, seguirá manteniendo opciones de ascenso la última jornada si es capaz de ganar al Albacete. Éstas pasarían por que el Hércules no ganara en Irún y el Levante (que NO estaría ascendido) ganara al Betis. Situación hipotética: empieza a rodar el balón en esa última jornada y en determinado momento, por la grada del Cartagonova, corre como la pólvora la noticia de que el Levante se ha adelantado en Heliópolis mientras en Irún siguen empate. ¿Os imagináis los nervios?
El fútbol es ilusión. Sería precioso llegar a esa última jornada con opciones; ir de camino al estadio con ese cosquilleo en el estómago, pensando que a lo mejor se produce el milagro. Y, sobre todo, vivir todas esas sensaciones juntos, afición y equipo, como colofón final a esta gran temporada, en la que tantas cosas han sucedido. Si no se asciende pues mala suerte, pero la ovación final se oiría hasta en la Conchinchina.
Para todo esto es imprescindible ganar en Huelva. El Cartagena puede beneficiarse de la condición de comparsa que le han colocado en este final de liga en el que todo el mundo da por hecho que el ascenso se lo jugarán entre Betis, Levante y Hércules. No creo que nadie se moleste en primar al Recre (ojalá, dicen en Huelva, como lamentándose de que el Cartagena no hubiera ganado el pasado domingo al Hércules). Así que nosotros a lo nuestro. Este equipo no se ha caracterizado precisamente por bajar los brazos en ningún momento; ni aún cuando iba 2-5 perdiendo en casa contra el Levante y contra el árbitro. Mucho menos ahora. La afición tampoco debe bajarlos así que, el que pueda, tiene una cita en Huelva.
Si se gana tendremos la satisfacción de habernos asegurado una última jornada muy especial. No digo ya si se gana y encima pierden los rivales...
Mientras el Efesé haga lo propio en Huelva, seguirá manteniendo opciones de ascenso la última jornada si es capaz de ganar al Albacete. Éstas pasarían por que el Hércules no ganara en Irún y el Levante (que NO estaría ascendido) ganara al Betis. Situación hipotética: empieza a rodar el balón en esa última jornada y en determinado momento, por la grada del Cartagonova, corre como la pólvora la noticia de que el Levante se ha adelantado en Heliópolis mientras en Irún siguen empate. ¿Os imagináis los nervios?
El fútbol es ilusión. Sería precioso llegar a esa última jornada con opciones; ir de camino al estadio con ese cosquilleo en el estómago, pensando que a lo mejor se produce el milagro. Y, sobre todo, vivir todas esas sensaciones juntos, afición y equipo, como colofón final a esta gran temporada, en la que tantas cosas han sucedido. Si no se asciende pues mala suerte, pero la ovación final se oiría hasta en la Conchinchina.
Para todo esto es imprescindible ganar en Huelva. El Cartagena puede beneficiarse de la condición de comparsa que le han colocado en este final de liga en el que todo el mundo da por hecho que el ascenso se lo jugarán entre Betis, Levante y Hércules. No creo que nadie se moleste en primar al Recre (ojalá, dicen en Huelva, como lamentándose de que el Cartagena no hubiera ganado el pasado domingo al Hércules). Así que nosotros a lo nuestro. Este equipo no se ha caracterizado precisamente por bajar los brazos en ningún momento; ni aún cuando iba 2-5 perdiendo en casa contra el Levante y contra el árbitro. Mucho menos ahora. La afición tampoco debe bajarlos así que, el que pueda, tiene una cita en Huelva.
Si se gana tendremos la satisfacción de habernos asegurado una última jornada muy especial. No digo ya si se gana y encima pierden los rivales...