Tras reflexionarlo mucho he tomado una decisión que a buen seguro será polémica para algunos: Suprimir los comentarios del Blog. Esto quiere decir que los lectores de Efesemanía ya no podrán comentar mis noticias y mis opiniones tal y como se venía haciendo hasta ahora. Y vosotros diréis "¿Por qué? ¿Ya se ha tomado este hombre otro berrinche por algo o es que por fin se quita la máscara y demuestra que es un pedante que no acepta que le discutan sus sentencias?... "
En realidad son varios los motivos que me llevan a tomar esta decisión (aunque tampoco descartéis ninguno de los dos anteriores...). Voy a tratar de detallarlos brevemente aún a riesgo de que parezca que tengo la necesidad de justificarme por tomar una decisión que, por otro lado, soy totalmente libre de tomar. No es eso, simplemente creo que hay lectores que se merecen una explicación.
Veréis, en primer lugar los comentarios de los lectores son más bien escasos. La cuota de participación (número de usuarios que postean dividido por el número de usuarios que visitan la página) es más bien pequeña. Es decir, la gente lee mucho pero participa poco y, por lo tanto, no creo que se esté ocasionando un perjuicio demasiado grave a los lectores retirándoles un privilegio que apenas utilizaban.
¿Y qué si se postea poco? ¿Acaso te molesta que haya pocos comentarios en tu blog? ¿Tanto te cuesta dejarlos?" Hombre, no es que me moleste. Lo que pasa es que cada vez tengo menos tiempo para poder dedicárselo al blog y un sistema de comentarios supone un "esfuerzo extra" (eso los moderadores de foros lo saben bien) en tanto en cuanto tienes que estar pendiente de lo que se dice, cómo se dice etc... no vaya a ser que se falte gravemente al respeto a alguien que, para colmo, te culpará a tí de no haber borrado a tiempo el mensaje contra su persona. Eso sin contar que el sistema de comentarios (como un elemento más del blog) también requiere tiempo y dedicación para mantenerlo, colocarlo donde y como a tí te gusta, ponerle unos colores bonitos etc...etc... En fin, que si fueran un éxito enorme entre los usuarios pues mira...pero, francamente, para unos pocos comentarios diarios son demasiados quebraderos de cabeza.
Por otro lado existe cierta corriente de opinión en la blogosfera (con la que podría llegar a estar bastante de acuerdo) que afirma que el autor de un blog puede llegar a verse involuntariamente condicionado a la hora de escribir un artículo por el hecho de saber que el mismo va a ser comentado al momento por sus visitantes; según esta teoría, esto puede hacer que el autor se desvíe de su idea original y termine por no saber si escribe lo que realmente quiere o lo que le llevan a escribir las reacciones previsibles de sus comentaristas. Yo creo que a mí no me pasa (al menos no mucho) pero ahí está otro motivo más que por sí sólo justificaría la eliminación de comentarios en el blog.
Pero al margen de todo esto (fuera ya rodeos) lo que realmente me ha llevado a eliminar el sistema de comentarios del blog es que he detectado que el mismo está siendo utilizado por gente implicada directamente en los asuntos que se tratan para echarse mierda a unos a otros. Sí sí, como lo estáis leyendo. A lo mejor más de uno se sorprende de lo que estoy diciendo pero tengo la certeza de que una gran parte de los comentarios polémicos o agresivos que se producen en el blog no son obra de aficionados normales y corrientes sino que pertenecen a gente estrechamente relacionada con el club o su entorno; gente que probablemente se halle inmersa en guerras personales, a los que les importa un pimiento el Cartagena y que aprovecha la oportunidad que le brinda el anonimato y la poquita (pero plausible) credibilidad que pueda haber alcanzado Efesemania para faltar al respeto, malmeter y lanzar acusaciones que lo único que hacen es empozoñar y llenar de basura un espacio que, si bien no huye de la polémica, pretende ser transparente y alejarse de cualquier palabra que no venga dictada desde el cariño y la devoción hacia el Fútbol Club Cartagena.
Efesemania es un espacio que estará mejor o peor, que gustará más o menos, pero cuyo autor tiene la suficiente valentía para ir de frente, hacerse responsable de lo que escribe y decírselo a la cara a quien haga falta. Un autor al que se le pueden cuestionar muchas cosas pero no su cariño por los colores blanquinegros y que, por lo tanto, no piensa consentir que esto se convierta en un circo más grande de lo que ya es. Me da exactamente igual que muchos de esos supuestos anónimos comentarios me den la razón en mis opiniones; no los quiero ver por aquí. Al final los lectores terminan por no saber si lo que se palpa en los comentarios es el sentir real de la afición de Cartagena o existe un sesgo importante como consecuencia de la distorsión que provocan las interesadas opiniones de gente que está más o menos metida en el ajo; es muy desagradable.
Asumo los riesgos. Soy consciente de que la medida es impopular. Soy consciente, como he dicho, de que muchos de esos comentarios eran favorables a mis opiniones y, por último, soy consciente de que los comentarios dan mucho juego y son un acicate más para visitar la página; es decir, asumo que se pueden perder visitas (aunque se haya demostrado que un blog que elimine su sistema de comentarios no tiene por qué perderlas) por culpa de esta decisión. Pero mirad, yo no persigo que me den la razón ni batir ningún record. Yo lo que quiero es sentirme a gusto escribiendo sobre el Cartagena y ya está (y si puede ser, contribuir a que las cosas se hagan mejor). El día que esto me sea tan desagradable que no lo pueda soportar lo dejaré y punto. Por eso con esta medida lo que persigo es sentirme más cómodo y que eso, de alguna manera, también repercuta en la calidad de mis reflexiones y (supuesto que ya no tengo que preocuparme de los comentarios) posiblemente en la cantidad.
¿Significa esto que no se van a poder expresar opiniones distintas a la mía en Efesemanía? No, los usuarios que de verdad tengan interés en que sus opiniones salgan publicadas (o que, por ejemplo, tengan algo importante que anunciar) me tienen a su entera disposición en el E-mail de contacto que aparece en la barra lateral. Ahí podéis contarme lo que queráis, pedirme que lo publique o, simplemente charlar conmigo. Lo único que os pido, eso sí, es que os abstengáis de llamarme al móvil a pedirme explicaciones de lo que escribo o citarme para luego contarme un montón de tonterías durante tres cuartos de hora. Además, también están los foros no oficiales del Club donde siempre podéis citar aquellas reflexiones mías que consideréis interesantes o que puedan generar sano debate entre sus usuarios registrados. Por último, no descarto instalar un sistema de trackback para que aquellas personas que poseen un blog puedan comentar mis noticias en su propio espacio.
Y nada más, la medida es reversible. Si algún día entiendo que los comentarios vuelven a ser necesarios los volveré a poner pero, de momento, y por todo lo que he explicado más arriba Efesemanía será otro blog sin comentarios. Gracias a todos lo que habéis participado y opinado con corrección y respeto durante este año y pico. Estamos en contacto.