Aunque supongo que cualquier comentario que yo pueda hacer desde aquí sobre el tema de las denuncias que -según el diario La Verdad- podrían presentar algunos futbolistas del Efesé contra la entidad blanquinegra, quedará bien pronto eclipsado por la presentación de la campaña de abonos, no me resisto a hacer algunas consideraciones sobre el particular, viendo la polvareda que el tema ha levantado entre la afisión.
Parece ser (y digo parece ser porque no obra en mi poder otra información que la que publica el diario mentado en el párrafo anterior) que Eloy, Armando, López, el técnico Paco Jémez y el, ayer no más, idolatrado Carmona no aceptan la forma de pago impuesta (ése es el verbo) por Paco Gómez para cobrar parte de sus emolumentos. Ello ha provocado una oleada de indignación en una gran parte de la afisión, que no duda en tildar a estos profesionales de mercenarios y demás galanterías, recordándoles la suerte que tienen por haber trabajado en un club, el Cartagena, que a diferencia de otros, termina pagando el cien por cien de lo que promete.
Yo no soy especialmente mitómano con los futbolistas y me parece lícito que vayan allí donde más se les paga o más cómodos estén, sin ataduras morales o afectivas de ningún tipo. No me parece apropiado el comportamiento fanático de algunos aficionados que parecen declararles amor incondicional a determinados jugadores, como tampoco me parece apropiado el de muchos otros que se empeñan en denostar la profesión acusándoles de ególatras desagradecidos y no sé cuantas cosas más. Simplemente creo que son profesionales que vienen a hacer su trabajo y, por lo tanto, lo único que les pido es que demuestren esa profesionalidad en el campo, sean conscientes del escudo que llevan en el pecho y sean respetuosos con la afisión. Cuando acaban su contrato y deciden marcharse suelo desearles lo mejor.
Lo que sí soy es un firme defensor de la palabra dada y de los contratos firmados. Y si todo ha sucedido como se cuenta en el artículo, creo que estos profesionales tienen todo el derecho del mundo a exigir que se les pague de la forma acordada sin ambages de ningún tipo. Pero es que, aunque estuviera dispuesto a conceder cierto crédito a las versiones que afirman que son los jugadores díscolos los que no se han portado bien, para mí, hay una cosa que deslegitima desde ya la postura adoptada por el club. Me refiero, concretamente, a las declaraciones del Gerente del Cartagena poniendo a Carmona a los pies de los caballos ante la opinión pública y realizando juicios de valor, no sé con qué intencionalidad, que podía haberse ahorrado perfectamente:
Me parece, como digo, que el proceder del club, denunciando ante la prensa “lo dolorosa” que les resulta (Paco López habla en primera persona del plural como queriendo dejar claro que representa en todo momento al Efesé) la conducta de Carmona, está fuera de lugar. ¿Por qué? Pues porque yo pienso que lo que sucede en un despacho, a puerta cerrada, debe quedar en ese despacho y tras esa puerta; no airearse a los cuatro vientos. El club muy bien podía haberse limitado a decir que no se había llegado a un acuerdo con el futbolista y que se seguirá negociando; habría sido suficiente y se hubiera hecho gala de una beneficiosa discreción de cara a mantener la fama de buenos pagadores en el mercado de fichajes. Sin embargo, se ha preferido (intuyo que calculadamente) darle publicidad al asunto y realizar unas sobreactuadas manifestaciones con las que, da la sensación, que se quiere enemistar a Carmona con la afisión ¿Con qué objetivo? Pues no lo sé, pero a mí me parece que se está utilizando a la gente e insultando su inteligencia.
Es de suponer que tras esa misma puerta, el club ha cometido no pocos atropellos con varios futbolistas. Si pensamos detenidamente a todos se nos ocurrirán nombres de jugadores que han vestido la elástica blanquinegra y que se han ido por la puerta de atrás aún teniendo más años de contrato y queriendo quedarse. No es difícil imaginar las presiones que habrán tenido que aguantar muchos mientras eran invitados a irse o a perdonar parte de sus contratos. En esas ocasiones no leí en prensa a ningún jugador (aunque tuviera motivos más que sobrados para ello) opinar sobre lo dolorosa que le parecía la actitud del club y me pareció correcto. Tampoco vi por ningún lado, dicho sea de paso, a tantos paladines de la moral, como los que hoy denigran a Carlos Carmona, ponerse del lado de aquellos jugadores o criticar al Cartagena por su supuesta falta de decoro.
De persistir en su actitud, la afisión del Cartagena no madurará nunca. No es ya que clame al cielo el doble rasero mencionado a la hora de enjuiciar la misma conducta dependiendo de si el autor es el club o cualquier otro mortal. Es también el hecho de que ayer mismo Carmona fuera un dios entre los hombres y hoy, tras cuatro renglones en un periódico, parezca un tipo indeseable que come niños para cenar y merezca, sin duda, ser lapidado. No me parece una conducta sensata ni equilibrada. Pienso yo que esta afición está muy tierna aún para la segunda división si es que va a seguir reproduciendo en ella este tipo de comportamientos. Sí, ya sé que es impopular decirlo, pero es lo que pienso.
Volviendo a lo de las primas. Todo esto ha despertado en mí cierta curiosidad. Y es que hay otra cosa que, al menos yo, no tengo del todo clara y creo que debería explicarse desde el club oportunamente ¿Quién paga las primas prometidas? ¿Van a cargo de la contabilidad del FC Cartagena o contra el bolsillo de Paco Gómez?
El modelo de gestión del FC Cartagena, para que lo entendamos todos, es el de un club deportivo. Se supone que actualmente lo que sucede es lo siguiente; se elabora un presupuesto (lo que se cree que va a costar el club ese año) y, en principio, el Cartagena, con sus recursos propios (traspasos, taquillajes, publicidad, sponsors, televisión, subvenciones…) debe ser capaz de autofinanciarse. Como lo habitual es que esto último no ocurra -aunque este año debe haber estado cerca- lo que ahora mismo acontece en el Efesé es que Paco Gómez está compensando de su bolsillo los déficits que tienen lugar año tras año. Todo ese dinero que Paco Gómez aporta de su patrimonio para equilibrar los presupuestos, más lo que puso en su día para sanear las cuentas del club (que no es poco) es lo que permite que el Cartagena sobreviva y siga respirando. Desde luego es un esfuerzo encomiable por el cual hay que estarle muy agradecido. Pero debe quedarle claro a todo el mundo, hasta que no se demuestre o se diga lo contrario, que Paco Gómez no está regalando ese dinero; lo está prestando y en la contabilidad del club consta como deuda del Efesé con su actual presidente. Resumiendo, el Cartagena le debe cientos de millones a Paco Gómez (cada vez más) pero gracias a esas transfusiones periódicas de glóbulos verdes el Cartagena sobrevive y hemos ascendido a Segunda. Perfecto pues.
Ahora bien, repito la pregunta ¿Quién paga las primas de cuatrocientos mil euros por ascender? ¿Las regala Paco Gómez o van a figurar en la contabilidad, al igual que el resto de los gastos ordinarios generando más deuda del club a favor de su presidente? La cuestión, basta con pensarlo unos instantes, no es baladí ¿Es lícito que el presidente de un club ofrezca, un buen día y por capricho, una prima disparatada por ascender y luego la cargue en el debe que la entidad tiene con él? Evidentemente no. Por eso este tipo de cuestiones, en un club como el Cartagena (en las SAD lo decide el Consejo de Administración), deben decidirse en una Asamblea de Socios ¿Se ha decidido esta cuestión en una asamblea? ¿Cuándo se ha producido? ¿Dónde están las actas?
Por el contrario, si la prima es voluntaria, no atañe al club y la paga Paco Gómez de su dote, me gustaría que alguien me explicara qué poder tienen los jugadores para denunciar ante la AFE y descender al Cartagena. Bajo mi punto de vista ninguno, pues su contrato sería con Paco Gómez (o con alguna de sus empresas) y no con el club ¿O no? ¿Alguien lo sabe? Yo no ¿Qué hace el club que no da explicaciones en lugar de dedicarse a echarle el público encima al jugador que nos ha dado el ascenso? ¿Qué hace la prensa que no informa sobre estas cuestiones?
Estamos en Segunda A. Esto ya no debería ser cosa de cuatro gatos que iban a comer pipas al municipal y lo consentían todo. Importa a más gente y esa gente ahora va a ser más exigente. Se deben acabar las adhesiones inquebrantables y los forofismos de tercera. El espíritu crítico, la demanda de explicaciones públicas son el pan nuestro de cada día en los clubes de la división en la que vamos a militar. No son piedras en el camino ni palos entre las ruedas. Al contrario, son ganas de que se crezca y se hagan las cosas mejor. Para mí, pues todo esto no es más que mi opinión personal, se debe ser más trasparente y riguroso; más profesional. La información debe ser bastante más accesible y se debe huir de conductas como la de ir corriendo al periodista de turno a contar lo malo malísimo que es tal o cual jugador. No hacen bien al club por más que, a primera vista, parezca que cuentan con el respaldo de los aficionados más excitables. Nos hace más pequeños, nos empobrece.
En fin, hoy se presenta la campaña de abonos. Creo que ha sido todo un acierto, esto sí, el presentarla tan pronto y espero que media Cartagena se abone al Efesé este año. No obstante, aunque así fuera, está claro que aún queda mucho por andar.
Parece ser (y digo parece ser porque no obra en mi poder otra información que la que publica el diario mentado en el párrafo anterior) que Eloy, Armando, López, el técnico Paco Jémez y el, ayer no más, idolatrado Carmona no aceptan la forma de pago impuesta (ése es el verbo) por Paco Gómez para cobrar parte de sus emolumentos. Ello ha provocado una oleada de indignación en una gran parte de la afisión, que no duda en tildar a estos profesionales de mercenarios y demás galanterías, recordándoles la suerte que tienen por haber trabajado en un club, el Cartagena, que a diferencia de otros, termina pagando el cien por cien de lo que promete.
Yo no soy especialmente mitómano con los futbolistas y me parece lícito que vayan allí donde más se les paga o más cómodos estén, sin ataduras morales o afectivas de ningún tipo. No me parece apropiado el comportamiento fanático de algunos aficionados que parecen declararles amor incondicional a determinados jugadores, como tampoco me parece apropiado el de muchos otros que se empeñan en denostar la profesión acusándoles de ególatras desagradecidos y no sé cuantas cosas más. Simplemente creo que son profesionales que vienen a hacer su trabajo y, por lo tanto, lo único que les pido es que demuestren esa profesionalidad en el campo, sean conscientes del escudo que llevan en el pecho y sean respetuosos con la afisión. Cuando acaban su contrato y deciden marcharse suelo desearles lo mejor.
Lo que sí soy es un firme defensor de la palabra dada y de los contratos firmados. Y si todo ha sucedido como se cuenta en el artículo, creo que estos profesionales tienen todo el derecho del mundo a exigir que se les pague de la forma acordada sin ambages de ningún tipo. Pero es que, aunque estuviera dispuesto a conceder cierto crédito a las versiones que afirman que son los jugadores díscolos los que no se han portado bien, para mí, hay una cosa que deslegitima desde ya la postura adoptada por el club. Me refiero, concretamente, a las declaraciones del Gerente del Cartagena poniendo a Carmona a los pies de los caballos ante la opinión pública y realizando juicios de valor, no sé con qué intencionalidad, que podía haberse ahorrado perfectamente:
“Nos duele mucho el caso de Carmona. Los quince minutos que estuve negociando con él han sido lo peor de la temporada. No me esperaba que tuviera esa actitud”
Me parece, como digo, que el proceder del club, denunciando ante la prensa “lo dolorosa” que les resulta (Paco López habla en primera persona del plural como queriendo dejar claro que representa en todo momento al Efesé) la conducta de Carmona, está fuera de lugar. ¿Por qué? Pues porque yo pienso que lo que sucede en un despacho, a puerta cerrada, debe quedar en ese despacho y tras esa puerta; no airearse a los cuatro vientos. El club muy bien podía haberse limitado a decir que no se había llegado a un acuerdo con el futbolista y que se seguirá negociando; habría sido suficiente y se hubiera hecho gala de una beneficiosa discreción de cara a mantener la fama de buenos pagadores en el mercado de fichajes. Sin embargo, se ha preferido (intuyo que calculadamente) darle publicidad al asunto y realizar unas sobreactuadas manifestaciones con las que, da la sensación, que se quiere enemistar a Carmona con la afisión ¿Con qué objetivo? Pues no lo sé, pero a mí me parece que se está utilizando a la gente e insultando su inteligencia.
Es de suponer que tras esa misma puerta, el club ha cometido no pocos atropellos con varios futbolistas. Si pensamos detenidamente a todos se nos ocurrirán nombres de jugadores que han vestido la elástica blanquinegra y que se han ido por la puerta de atrás aún teniendo más años de contrato y queriendo quedarse. No es difícil imaginar las presiones que habrán tenido que aguantar muchos mientras eran invitados a irse o a perdonar parte de sus contratos. En esas ocasiones no leí en prensa a ningún jugador (aunque tuviera motivos más que sobrados para ello) opinar sobre lo dolorosa que le parecía la actitud del club y me pareció correcto. Tampoco vi por ningún lado, dicho sea de paso, a tantos paladines de la moral, como los que hoy denigran a Carlos Carmona, ponerse del lado de aquellos jugadores o criticar al Cartagena por su supuesta falta de decoro.
De persistir en su actitud, la afisión del Cartagena no madurará nunca. No es ya que clame al cielo el doble rasero mencionado a la hora de enjuiciar la misma conducta dependiendo de si el autor es el club o cualquier otro mortal. Es también el hecho de que ayer mismo Carmona fuera un dios entre los hombres y hoy, tras cuatro renglones en un periódico, parezca un tipo indeseable que come niños para cenar y merezca, sin duda, ser lapidado. No me parece una conducta sensata ni equilibrada. Pienso yo que esta afición está muy tierna aún para la segunda división si es que va a seguir reproduciendo en ella este tipo de comportamientos. Sí, ya sé que es impopular decirlo, pero es lo que pienso.
Volviendo a lo de las primas. Todo esto ha despertado en mí cierta curiosidad. Y es que hay otra cosa que, al menos yo, no tengo del todo clara y creo que debería explicarse desde el club oportunamente ¿Quién paga las primas prometidas? ¿Van a cargo de la contabilidad del FC Cartagena o contra el bolsillo de Paco Gómez?
El modelo de gestión del FC Cartagena, para que lo entendamos todos, es el de un club deportivo. Se supone que actualmente lo que sucede es lo siguiente; se elabora un presupuesto (lo que se cree que va a costar el club ese año) y, en principio, el Cartagena, con sus recursos propios (traspasos, taquillajes, publicidad, sponsors, televisión, subvenciones…) debe ser capaz de autofinanciarse. Como lo habitual es que esto último no ocurra -aunque este año debe haber estado cerca- lo que ahora mismo acontece en el Efesé es que Paco Gómez está compensando de su bolsillo los déficits que tienen lugar año tras año. Todo ese dinero que Paco Gómez aporta de su patrimonio para equilibrar los presupuestos, más lo que puso en su día para sanear las cuentas del club (que no es poco) es lo que permite que el Cartagena sobreviva y siga respirando. Desde luego es un esfuerzo encomiable por el cual hay que estarle muy agradecido. Pero debe quedarle claro a todo el mundo, hasta que no se demuestre o se diga lo contrario, que Paco Gómez no está regalando ese dinero; lo está prestando y en la contabilidad del club consta como deuda del Efesé con su actual presidente. Resumiendo, el Cartagena le debe cientos de millones a Paco Gómez (cada vez más) pero gracias a esas transfusiones periódicas de glóbulos verdes el Cartagena sobrevive y hemos ascendido a Segunda. Perfecto pues.
Ahora bien, repito la pregunta ¿Quién paga las primas de cuatrocientos mil euros por ascender? ¿Las regala Paco Gómez o van a figurar en la contabilidad, al igual que el resto de los gastos ordinarios generando más deuda del club a favor de su presidente? La cuestión, basta con pensarlo unos instantes, no es baladí ¿Es lícito que el presidente de un club ofrezca, un buen día y por capricho, una prima disparatada por ascender y luego la cargue en el debe que la entidad tiene con él? Evidentemente no. Por eso este tipo de cuestiones, en un club como el Cartagena (en las SAD lo decide el Consejo de Administración), deben decidirse en una Asamblea de Socios ¿Se ha decidido esta cuestión en una asamblea? ¿Cuándo se ha producido? ¿Dónde están las actas?
Por el contrario, si la prima es voluntaria, no atañe al club y la paga Paco Gómez de su dote, me gustaría que alguien me explicara qué poder tienen los jugadores para denunciar ante la AFE y descender al Cartagena. Bajo mi punto de vista ninguno, pues su contrato sería con Paco Gómez (o con alguna de sus empresas) y no con el club ¿O no? ¿Alguien lo sabe? Yo no ¿Qué hace el club que no da explicaciones en lugar de dedicarse a echarle el público encima al jugador que nos ha dado el ascenso? ¿Qué hace la prensa que no informa sobre estas cuestiones?
Estamos en Segunda A. Esto ya no debería ser cosa de cuatro gatos que iban a comer pipas al municipal y lo consentían todo. Importa a más gente y esa gente ahora va a ser más exigente. Se deben acabar las adhesiones inquebrantables y los forofismos de tercera. El espíritu crítico, la demanda de explicaciones públicas son el pan nuestro de cada día en los clubes de la división en la que vamos a militar. No son piedras en el camino ni palos entre las ruedas. Al contrario, son ganas de que se crezca y se hagan las cosas mejor. Para mí, pues todo esto no es más que mi opinión personal, se debe ser más trasparente y riguroso; más profesional. La información debe ser bastante más accesible y se debe huir de conductas como la de ir corriendo al periodista de turno a contar lo malo malísimo que es tal o cual jugador. No hacen bien al club por más que, a primera vista, parezca que cuentan con el respaldo de los aficionados más excitables. Nos hace más pequeños, nos empobrece.
En fin, hoy se presenta la campaña de abonos. Creo que ha sido todo un acierto, esto sí, el presentarla tan pronto y espero que media Cartagena se abone al Efesé este año. No obstante, aunque así fuera, está claro que aún queda mucho por andar.